Lunes, 28 de Julio de 2014 – Kuala Lumpur.

Serían las ocho y algo cuando bajamos a desayunar (era lo bueno del hotel, que tenía desayuno incluido). Muy completo y variado, tanto la zona asiática como la europea (bollería y demás).

Salimos caminando hacia las Torres Petronas. El calor era agobiante, a los cinco minutos camisetas empapadas en sudor. Y eso que corría algo el viento y no hacía sol.


En 6 o 7 minutos llegamos a las torres. Justo debajo hay un centro comercial (el Centro Comercial Suria) que atravesamos para coger algo de aire acondicionado y aparecemos debajo de las torres.



Enormes, gemelas (Twin Towers), muy bonitas. Aunque he de decir que conociendo los rascacielos de NY y no habiendo edificios altos cerca para comparar, no parecían tanto.


Damos una vuelta por los alrededores. Parece ser que no es el día en que termina el Ramadán y todo el mundo (sobretodo hombres) han salido a celebrarlo. Hay cientos de personas por el parque haciendo fotos.


Volvemos al hotel a darnos una ducha y a hacer el check out. Monorrail y a las 13 estamos en el nuevo hotel, Metro Hotel KL Sentral, a 3 minutos de KL Sentral.


La habitación no está lista hasta las 14, asi que nos ofrecen dejar el equipaje allí y volver más tarde. Deberíamos comer, asi que propongo ir al Old Town, una cafetería que había leído que estaba bien, en unas galerías comerciales (Central Market). Al volver por la tarde vimos que en la esquina de nuestra calle, había otro Old Town. Sin palabras.

Esta vez cogemos el tren ligero, una parada, y llegamos. Buscamos el restaurante, nos sentamos, pedimos y mmmm! Qué bien sienta la comida!!

Entre la comida, y el paseo que nos damos por las tiendas, parece que el día mejora.

 Como me voy animando poco a poco, decidimos ir a la plaza Merdeka. Es una extensión de hierba a lo campo de futbol, donde hay varias cosas que ver. La quizás menos importante y la primera que vemos, son las letras de I love KL. Con una cola para hacer la foto! 


Después, a la plaza, a hacer fotos a los edificios que la rodean: Sultan Abdul Samad que durante el dominio británico fue utilizado para oficinas de gobierno; el Club Selangor; el Museo Nacional de Historia y la Biblioteca Memorial.

Sultan Abdul Samad


En la plaza pedimos a un hombre (que estaba con otro  hombre y una mujer, musulmanes, porque ella iba tapada) que nos hiciera una foto. Nos la hace, nos pide que les hagamos nosotros una, y de repente dice “Ahora todos juntos!”.  Como si fueramos famosos. Y era el primer día.


De ahí fuimos a la mezquita Masjid Negara, pero estaba cerrada del 26 al 31 (¿por el fin del Ramadán?). Seguimos caminando (por cierto, que todo está mucho más cerca de lo que parece en el mapa) y empieza a llover un poco.

Llegamos a Chinatown, quería ver las maletas, no me fiaba de que esta fuera a aguantar 5 vuelos internos y luego el largo. Entramos en dos tiendas y en una de ellas hice negocio, pero puse la excusa de que quería comparar con mi maleta las medidas, y al final me marché. Me estaba costando horrores decidirme.


Estando por allí (he dicho que estaba lloviendo un poquillo?), nos acercamos al templo Sri Mahariemna. Ni idea de cómo llegar, así que preguntamos a una china. Que tampoco sabe, asi que pregunta a otra china. Que nos dice “seguidme”, nos mete por un edificio con tiendas, hace cuatro giros y aparecemos en un descampado. Indica: allá al fondo, a la izquierda. Y desaparece.

Y nos quedamos sin paraguas en medio de la nada. Bueno, pues habrá que seguir las indicaciones (no llovía ya casi), y llegamos al templo. 20 céntimos por guardarnos los zapatos, porque, como buen templo hindú, hay que entrar descalzo.

Sri Mahariemna

Bonito y recargado, sin más. Damos una vuelta amenizada por la música de unos hombres tocando, y nos vamos al hotel, que eran más de las 17 y teníamos las maletas en recepción.

Hacemos el check in, y decidimos pasar a comprar la maleta. De todas las que ví, la del Central Market. Vamos y la mujer no regatea ni un ringgit. Pues por ese precio me cojo la de Chinatown.


Volvemos a Chinatown, que está todo animado e iluminado por farolillos rojos. A la tienda de antes. Me llevo una maleta más grande y mejor por 5 euros más. Y ahora… es tarde para ir a ver las Petronas iluminadas (contando con que al día siguiente madrugamos). Así que volvemos a Central Market a comprar imanes y postales, y así una cosa menos que hacer. Y salimos con postales, imanes, dos máscaras (30 y 35 ringgits) y un incensario. Regateo a tope.

Al hotel, a hacer trasvase de maletas, y a dormir…. O ese era el plan. En la habitación de enfrente a la nuestra, había unos 4 o 5 hombres haciendo una fiesta. Una fiesta! Con música alta a ratos, voces…. Qué noche nos han dado, virgen. Pero bueno, un rato sí he dormido.