Martes 16 de Julio de 2013: Alrededores de Mandalay.

Chouchó viene a buscarnos 15 minutos antes de lo hablado. El primer sitio que visitamos es la Mahamuni Paya. Es la más importante de Mandalay. Dentro hay un Buda dorado de 4 metros de alto donde acuden los hombres (al menos aquí tienen televisiones para que las mujeres puedan ver al buda de cerca) a poner láminas de oro, que compran allí. Este enorme Buda al menos no parece una patata…

Nada más entrar (pagando 1000 kyats por cámara para hacer fotos) vemos a la derecha muchas chicas (de unos 15 años la mayor) haciéndose fotos, en plan profesional. Para allá que vamos. Como estábamos en el mogollón, le pregunto a una señora que formaba parte de la comitiva: “english?”. Y me asiente con la cabeza. Ok, le digo “what is this?”. Y me mira, se rie, y me dice algo en birmano. Ni papa de inglés la mujer. Vino otra y me contó que era una donación. Es importante en plan casi boda o algo así, porque se visten con ropas de fiesta y caras para ello…


Luego fuimos a un monasterio en Amarapura, el más grande de Mandalay, con casi 1400 monjes. A las 10 se ponen en dos filas con su cuenco (como un macetero esférico) y van avanzando hacia el comedor. En la puerta les sirven la comida, y a comer.


monasterio amarapura

Suena bonito, ¿eh? Pues ahora hay que añadirle unos 30 turistas haciendo fotos como locos. Nos sentíamos un poco mal allí, asi que para compensarlo hicimos una donación y compramos dos librillos, uno de “meditación en 5 minutos” y otro de “buenas preguntas, buenas respuestas”. En inglés. Me dijo que la versión en español, el próximo año ;).

El siguiente destino es Sagaing, aunque por el camino hacemos una parada para ver a lo lejos el puente de U-Bein, donde acabaríamos las visitas hoy.

Templo en Sagaing 
Sagaing es una colina llena de monasterios, estupas doradas y demás. Vamos directamente a la de lo alto de la colina, y damos un paseo y hacemos varias fotos. Después vamos a otra que está cerca (100 kyats la cámara) y hacemos más fotos.

Estupas Sagaing

Es hora de comer y nos lleva al Sagaing Hill, un restaurante bastante cuco de la zona. Al poco de llegar nosotras se llenan otras 4 mesas.

Cuando acabamos nos vamos a Inwa. Para llegar (creo que es una isla), hay que montarse en un trasbordados (barca inestable) que por 1600 kyats te lleva y te trae de Inwa. Allí que vamos. 

barca a Inwa

Nada más llegar, te asaltan los conductores de carros de caballos. Por 6000 kyats (no regateables) te llevan a los 4 puntos principales de la isla.


El primero es el Mahar Aung Mye Bon San Monastery, de 1822. Nada más entrar nos dicen que tenemos que pagar la entrada combinada de Inwa y resto de Mandalay. 10$.

Mahar Aung Mye Bon San Monastery

Al acabar nos metemos por unos caminos irregulares y desiguales con nuestro caballito, el de los 12 cascabeles de la canción. Yo no sabía si agarrarme con los dientes a la barandilla también, o si los iba a dejar sin querer ahí en el suelo.

La segunda parada es una torre de vigilancia. Con unos escalones de madera carcomida que dejan muy poco a la imaginación. 


Lo mejor de todo es cuando llegas al primer nivel (solo hay dos) y te das cuenta de que la torre está inclinada. Totalmente inclinada. Que se cae, vamos. Además luego preguntas y te dicen “pues claro, por el terremoto”. Pues claro, arregladla o no dejéis que se suba la gente…

La pared de la derecha es la perpendicular al suelo
Toca ahora un monasterio de madera, aún algo habitado. 


Muy grande, muy bonito, y dentro congeniamos con un gato rubio que nos ve, se acerca, y se nos desploma delante de nosotros para que le acariciemos.


Por último una pagoda de ladrillo, estilo Bagán, sin ningún interés.


Volvemos por nuevos caminos infernales hasta el transbordador, y en 2 minutos estamos al otro lado.

Lo último que queda es el puente de U-Bein (puente de teca más grande del mundo). Al llegar (las 16:30) había algo de sol, y mucha nube. Nos dicen que llevarnos en barco de una orilla a otra (el puente es 1’8km) son 6mil kyats. Se nos sale de presupuesto. 


Decidimos sentarnos en el chiringuito de la orilla con una cerveza y un agua. Aprovechamos para hacer alguna foto, pero al poco, desaparece el escaso sol que había. 


Paseamos un poco por el puente, aunque a menos de mitad de camino nos damos la vuelta. Vértigo e inestable.

Volvemos al chiringuito. Nos sentamos. Esperamos un rato a ver si por casualidad despeja, pero lo único que veo yo es una tormenta acercándose… a las 17:30 nos vamos, porque no tiene futuro el día.  

A las 18 empieza a llover. Acerté…